Un equipo de investigadores españoles ha reconstruido en 3D la cavidad craneal de un dinosaurio Spinophorosaurus nigeriensis (165 millones de años), lo que ha revelado que poseían un oído interno muy desarrollado, una característica relacionada con la coordinación de los ojos y cabeza.
El estudio de este trabajo se ha llevado a cabo en restos hallados en Níger en 2006 y pertenecen al Jurásico medio.
El hallazgo, sugiere que este dinosaurio, a pesar de ser un animal de menor agilidad que sus ancestros, poseía un aparato vestibular considerable.
Los spinophorosaurus eran cuadrúpedos herbívoros de cuello largo que solían alcanzar los quince metros de longitud y cuyas colas presentaban protuberancias óseas a modo de espinas.
Esta parte del oído interno constituye la base del sentido del equilibrio y posee tres canales semicirculares encargados de detectar la aceleración angular de la cabeza.
Dichos canales se muestran alargados en animales ágiles como el lemur mangosta y cortos en los más lentos como el aí.
Según el investigador del CSIC, el desarrollo del aparato vestibular del spinophosaurus podría explicarse, entre otros, por la presencia de un cuello especialmente largo y flexible.
FUENTE: La Razón
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