La NASA sigue de cerca al asteroide 2005 YU55 que se aproxima a la Tierra y se espera que pase el próximo 8 de noviembre a una distancia inferior a la de la órbita de la Luna, aunque según ha informado la agencia espacial no hay peligro de colisión.
El asteroide tiene 400 metros de diámetro, equivalente a la longitud de un portaaviones, y se calcula que pasará a una distancia mínima de 324.000 kilómetros, algo menos de la distancia de la Luna, que está a unos 384.000 kilómetros de la Tierra.
Los científicos ya han advertido de que la influencia gravitatoria del asteroide no tendrá ningún efecto detectable en la Tierra, como mareas o movimientos en las placas tectónicas.
Si bien este asteroide suele llevar una trayectoria que le hace aproximarse periódicamente a la Tierra, así como a Venus y Marte, el encuentro de este año será el más cercano de los últimos 200 años.
Durante el seguimiento, los científicos utilizarán las antenas de Goldstone y Arecibo para hacer rebotar ondas de radio en el asteroide y con los ecos de las ondas conocer detalles de la superficie, forma, dimensiones, y otras de sus propiedades.
Las observaciones que hizo el radar de Arecibo del asteroide en 2010 muestran que su forma es casi esférica y gira lentamente, con un período de rotación de aproximadamente 18 horas.
La NASA detecta y rastrea habitualmente los asteroides y cometas que pasan cerca de la Tierra usando telescopios terrestres y espaciales con su programa de "Observación de Objetos Cercanos a la Tierra", que ha apodado como "Spaceguard", para detectar si alguno podría ser potencialmente peligroso para el planeta.
FUENTE: La razón
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